La Ventana y el árbol de Navidad más grande del país, símbolos de Barranquilla para el mundo
Convertidos en atracción turística y cuentan con reconocimiento nacional e internacional.
Para la empresario Christian Daes, La Ventana al Mundo es un sueño hecho realidad.
Un sueño que planteó el 15 de febrero de 2017 luego que la compañía que dirige, Tecnoglass S.A., entregó al servicio de la ciudad la estación de bomberos en el barrio Las Flores.
En ese momento, Christian Daes le lanzó un reto al Alcalde Alejandro Char: “Dígame qué más hacemos por la ciudad”, dijo en ese entonces a través de su cuenta de Twitter, expresando su propósito, no solo de seguir generando empleos, sino también de entregar obras de beneficio común para Barranquilla.
Fue así como planteó una iniciativa: Construir un monumento que se convirtiera en símbolo para la ciudad. Y qué mejor sitio para ello que la intersección de Las Flores con la Circunvalar, en otrora un degradado sector utilizado como botadero y que hoy muestra una nueva cara, gracias a las obras sociales que la compañía ha venido impulsando.
Con ese propósito el siguiente paso fue la convocatoria pública de un concurso para seleccionar el mejor diseño. Se recibieron 84 propuestas y la ganadora fue la presentada por la arquitecta Diana Escorcia, que combina el monumento con un amplio espacio para el público.
Enseguida inició el montaje de la compleja estructura en lo cual por lo menos 300 personas trabajaron día y noche para vestirla con vidrios de alta calidad y diferentes colores.
Como complemento, fue adecuada una galería que contiene la historia de la ciudad. “Barranquilla es la Puerta de Oro y nosotros la Ventana”, ha descrito el COO del Grupo Tecnoglass.
La obra fue inaugurada por lo alto el 14 de agosto de este año y desde el mismo momento se ha convertido en uno de los sitios más visitados del país.
Con la gran acogida que desde el principio tuvo y la invasión de selfies por redes sociales la idea siguiente fue convocar un concurso de fotografía en el que resultaron ganadores Jorge Movilla y Vanessa Peñaranda Echeverría.
Adicionalmente, el símbolo de La Ventana al Mundo ha sido utilizado para toda clase de souvenires, convirtiéndose en un verdadero boom.
Como lo describe el propio Christian Daes en un video que resume la ejecución del proyecto, “uno nunca pata de soñar porque soñar no cuesta nada” y por eso se propuso el montaje del árbol de Navidad más grande del país, al lado de la Ventana, el cual fue encendido el primero de diciembre.
La iluminación inicial no sólo contempló elementos alusivos a la época navideña, sino también del Junior, Tú Papá, que para esos días disputaba las finales de la Copa Sudamericana y del fútbol profesional colombiano.
Desde luego, la octava estrella tiburona también hizo parte de la celebración en el lugar.
El sitio también sirvió para festejar el título alcanzado por Los Titanes en la liga profesional de baloncesto colombiano.
El propósito de la Ventana también fue extendido al barrio Rebolo, en el sector de Los Tres Postes, ampliamente conocido por las recurrentes acciones delictiva.
De esta manera se cambió la imagen de Los Tres Postes por el de La Ventana al mundo y, adicionalmente, a través de la Fundación Tecnoglass se procedió con el arreglo de las fachadas de las viviendas del sector.
Un cambio de imagen que, indudablemente, redundará en beneficio de un sector estigmatizado por la delincuencia.
Dentro de los miles y miles de visitantes que ha tenido se destaca la presencia de personajes y artistas como Carlos Vives, Sebastián Yatra y la diseñadora española Agatha Ruiz De La Prada. Próximamente servirá de pasarela para un desfile de la diseñadora barranquillera Silvia Tcherassi.
Ha sido tal la afluencia de público que la empresa Transmetro incluyó la Ventana en un recorrido navideño para facilitar desplazamiento ciudadano.
Y para que todos mantengan el recuerdo de su visita y dispongan las selfies en sus redes sociales, Tecnoglass y la compañía Claro implementaron el sistema de WiFi gratuito, “para conectar la gente con el mundo”.
Así, la Ventana no solamente es el nuevo símbolo de Barranquilla sino también el resultado del apoyo que la empresa privada ofrece para el desarrollo de la ciudad, en este caso a través del Grupo Tecnoglass.